Benendictini in contra preservativi – Por Juan Parrado

Posted on lunes, 23 de marzo de 2009 by Francisco Javier Sánchez Atienza

El pasado diecisiete de marzo, el Papa Benedicto XVI en Camerún afirmo ante la audiencia, los católicos y el mundo la ineficacia del preservativo para evitar el contagio del SIDA (además del VIH, que muchas veces no nos acordamos de él). Hemos de suponer que el líder espiritual debe de contar con una licenciatura y especialidad excepcional en la materia junto a unos medios titánicos para contradecir a la comunidad científica en este hecho, a no ser que su respuesta este íntimamente ligada a la postura de su iglesia respecto de las relaciones carnales..............

Esta religión , perteneciente a una de las tres mayoritarias, defiende en la actualidad una sexualidad restringida simplemente a la perpetuación de la especie, por lo que el resto de funciones o cualidades que pueden ser intrínsecos a ellas se niegan totalmente. He dicho perfectamente en la actualidad ya que si nos remontamos a los primeros cristianos no existía una linea orientativa, siendo sus practicas incluso las mismas que la sociedad romana (con su expansión en el imperio) o incluso mas permisivas fundamentándose en la libertad inherente al hombre (un ejemplo de ello, en otra materia colateral, es el hecho de que la ley romana fuera muy severa respecto con los divorcios y los cristianos defendieran la libertad ante la ley). Como bien indica el trabajo de José María Blázquez Martínez , que trata la sexualidad de la antigua Grecia hasta “El Doctor de la Iglesia”, la primera manifestación de esta concepción sobre el sexo se inicia con San Agustín (personaje que precisamente, en mi opinión, no puede dar clase a nadie acerca de este tema), del cual Blázquez recoge: “Contra Faustum (15, 7), donde asienta el criterio de que si se excluye la procreación, los esposos son viles amantes, las esposas prostitutas, el lecho conyugal un burdel y los suegros cómplices. Poco antes defiende el criterio de que los esposos son adúlteros si se excluye la procreación, teoría que ha vuelto a defender el obispo de Roma Juan Pablo II (Matrimonio y concupiscencia, 1, 15, 17). Afirma que las damas que se procuran venenos para volverse estériles se convierten en prostitutas, de sus esposos y los maridos en adúlteros con sus mujeres”. La postura agustina claramente se apoya en una total contradicción con los maniqueos, que defendían todo lo contrario(la única finalidad concupiscente del matrimonio) y a la cual perteneció San Agustín, además de una mala interpretación cultural del Génesis (38,8-10) en el que Onán con una marcha atrás niega descencia a la viuda de su hermano y no que Dios viese mal el placer sin concepción. Para más detalles respecto del tema: Http://www.cervantesvirtual.com/FichaObra.html?Ref=14046.

Si lo visto antes nos puede dar una idea de las razones benedictinas, el hecho siguiente nos da la posible justificación divina del Papa. Dentro de la tradición del cristianismo se encuentran resaltados los llamados pecados capitales, siete placeres que se niegan para la entrada en el cielo. Si continuamos con la argumentación de Nietszche (El Anticristo), con un matiz mucho más respetuoso, la filosofía cristiana da preeminencia a todos aquellos que sufren, a las clases bajas, a los pobres del mundo.... ( de esa forma entendemos la frase del evangelio: “los últimos serán los primeros en el reino de los cielos”, los poderosos y pudientes disfrutan hoy y lo lamentaran después). El hecho de que Jesucristo aconseje entregar las riquezas a los adinerados no es, como intrerpretan todos, un acto de solidaridad sino una liberación del impedimento de la libertad espiritual (no un “Buenismo”, una concepción de alejamiento de los bienes materiales como puede ser el budismo). Es evidente que la conversión del cristianismo de una religión popular a una estatal-imperial, que en mi opinión es el inicio del catolicismo actual como deformación de una religión para justificar una forma jurídico-política dada en Roma, produce un gran desajuste en los principios del hijo de Dios. Aun siendo las clases más bajas seguidores de esta filosofía, el hecho de extenderse a las clases pudientes desnaturaliza el concepto: no es que sufran y eso justifique su gloria, sino que deben flagelarse para llegar a la gloria (o siendo peor, pagar a cambio de ello). Creo que es lógico que la postura de las élites sea asimilada por las más bajas, dando como resultado la negación de los placeres, siendo los más gravosos los siete capitales. En resumen, una religión que justificaba el dolor pasa a ser masoquista por la gracia de Dios.

Ya sea por una razón anticonceptiva no desligable del preservativo o por una razón anti concupiscentee tampoco desligable, el líder religioso (recordemos que de una de las tres religiones mayoritarias) ha incurrido en una irresponsabilidad muy grave al negar la efectividad de laprevenciónn de “La Enfermedad” de nuestro siglo. Puede que la postura cristiana tenga una visión particular de la sexualidad pero su defensa no puede llegar a debilitar la protección de un síndrome con consecuencias terribles para la población, la salud mundial y especialmente la africana está por encima de los credos religiosos. Posiblemente, la postura católica evite el contagio, pero teniendo en cuenta que las pasiones humanas desbordan a los católicos y a los que no lo son (fíjate como muchas “lasvirgeneshastaelmatrimonio” votan encima de su novio por las noches en un descampado encima de un Seat Panda) no se puede negar validez al preservativo cuando la tiene, ni inmoralidad cuando la tiene y otras discusiones medico-morales tienen más razón de ser.

1 comentarios:

Joaquín López Carmona says:

Habemus Papam....per calamitâs.